miércoles, 3 de diciembre de 2008



Champeta

La concepción clásica del champetudismo se centra en la existencia de cuatro aspectos o "columnas" de la cultura: la música champeta (o Terapia), la jerga (o Benbocata), El Picó (o pick up) y los perreos (o fiestas). Hay quienes dan la misma importancia a otros aspectos, como el baile, el activismo político, el diseño de la ropa, y el resto de elementos culturales. Recientemente esta cultura de hecho social se ha apropiado de aspectos artisticos diferenciales al genero musical mismo, como son los manifiestos en el cine, la literatura y en las artes plasticas.

En la conferencia “Champeta: la Verdad del Cuento”, el investigador Enrique Luis Muñoz, hace notar, como en los ambientes salseros de Cartagena, ya se empleaba la expresión champetuo fuera del contexto culinario, para designar a la persona problemática y de modales rústicos: esto es, como sinónimo de feo y “coralibe” o “coralón”. Revisar el nombre de los picós más famosos es reencontrarse, revisitar, el predominio de la salsa desde y en el mundo de la caseta o verbena: “El Conde”, “El Timbalero”, “El Sibanicú”, “El pijuán”, “El Ché”, “El Fidel” o “El Rojo” – por el disco Rojo de Ray Barreto - son evidencias como desde la música y del ritmo, los costeños comenzamos a reconocernos no solamente como partes del caribe hispano, nombrado desde la latinoamericanidad, sino desde ese Gran Caribe plurilingüe, más incluyente con respecto a la herencia de mamá África....